Las claves de la victoria de España ante Georgia
España supero el envite de octavos de final superando a una Georgia que, planteó un partido, de más dificultades de lo que el resultado final reflejó. Eso obligó a una España en plena inercia a trabajarse futbolísticamente el encuentro. Aquí los principales puntos tácticos que lo explican:
1) Equipo tipo
Ninguna sorpresa en el once de Luis de la Fuente en una formación que tanto por sistema (4-3-2-1), como por nombres, es ya el equipo tipo del seleccionador. También los cambios parecen tener unas prioridades y unos porqués muy marcados. En frente, una Georgia con un 5-3-2 muy marcado, muy bajo y con la clara intención de salir a la contra con sus dos futbolistas más peligrosos (Kvaratskhelia y Mikautadze) estudiosamente situados para ello.
2) Entrada con desliz
Los diez primeros minutos de encuentro se saldaron con un 87% de posesión, tres disparos, diez centros al área, cuatro córners y ocho recuperaciones para la selección. Y eso, es siempre un factor futbolístico importante para demostrar determinación a no ser que esa alta actividad inicial no revierta en un error que suponga un traspié como el que supuso el 0-1 de Georgia en la primera salida. Un pequeño desajuste en la presión después de perder balón permitió una buena salida adversaria y una perfilación no adecuada de Le Normmand acabó por introducir un centro en red propia. La selección lo acabo levantando, pero es aspecto a revisar.
3) La gestión de los descolgados
Aún y el 4-1, no fue un partido plácido para la selección española porque el combinado de Sagnol hizo daño a la contra. En gran parte, por la altura del campo que estos tomaron. Porque Kvaratskhelia y Mikautadze no se situaron arriba del todo como descolgados, sino entre líneas. Entre la duda que ello generó y la falta de atrevimiento de los centrales a encimarlos por dejar excesivos espacios detrás, pudieron recibir y girar a casi cada una de las recuperaciones que los georgianos consiguieron en su territorio. El gol encajado nace así.
4) Hundir, circular y disparar
Esta es la secuencia perfecta para atacar a una defensa de cinco muy compactada como la de Georgia. Y esto es lo que hizo España en la jugada del gol del empate de Rodri. Después de que la selección tuviera la capacidad para evolucionar lo suficientemente bien como para colocar a nueve adversarios dentro de su área, el balón fue del pico derecho del área (Pedri) para ir al izquierdo (Nico Williams) pasando por Rodri para volver hacia él y encontrar ese metro de espacio para que el medio centro finalizara con su pierna menos hábil después de un buen control. Una maniobra perfecta que no es fácil de realizar cuando se va por debajo de marcador.
5) Bajo el faro de Lamine
Que un niño de dieciséis años sea el líder de una selección que opte a una Eurocopa debería ser imposible. Pero no lo es para un elegido como Lamine Yamal. Y es que el azulgrana se convirtió en el futbolista de más peso ofensivo. Para empezar, porque con 90 intervenciones fue el atacante que más participó con diferencia. Y después, porque en la parte complicada de partido asumió la batuta del desborde (tres regates y siete centros). Una falta suya no entró de milagro y asistió el 2-1 con su exquisita pierna izquierda. El único ‘pero’ a su partido, la finalización (siete disparos, dos a portería). Seria pronto para cualquier otro pero con Lamine ya se puede afirmar que es ya el jugador más determinante de la selección.
6) Oyarzabal como nuevo y Olmo como diez
En el minuto 65, Luis de la fuente movió el banquillo y matizó el sistema pasando de un delantero de referencia como Morata a un nueve de movilidad como Oyarzabal. Por detrás, Dani Olmo sustituyó a Pedri y ambos congeniaron futbolísticamente muy bien. Mientras el de la Real Sociedad se movió bien para ayudar con apoyos cortos o arrastrar a rivales, el segundo se aprovechó del contexto. Acumuló 28 intervenciones, disparó hasta seis veces y vio portería anotando el 4-1. Y todo en 41 minutos. Una pareja que demostró ser una buena alternativa, o un buen refresco, según se precise.