Su actuación ante Francia, con un alucinante golazo, ha dejado boquiabierto al mundo del fútbol.
Lamine Yamal.
Viéndole jugar, conviene repetirlo más de una vez para creerlo: Lamine Yamal tan solo tiene 16 años. A apenas dos días de cumplir 17 –los hará este sábado–, el jovencísimo jugador de la selección española se ha erigido como la gran sensación de la Eurocopa tras sus impresionantes actuaciones en Alemania, coronadas con un escandaloso gol ante Francia que ha dejado en shock al mundo del fútbol.
La de Lamine Yamal es, probablemente, la irrupción más impresionante que se ha vivido en el fútbol español. Ni siquiera talentos precoces como Raúl González o Iker Casillas tuvieron ese impacto a su edad. Tampoco Leo Messi, otro producto de La Masía, que a los 16 años hacía sus primeros pinitos en el Barça y apuntaba a crack mundial, pero todavía no había vestido la Albiceleste.
Su talento sorprende, pero más lo hace aún su desparpajo y su saber estar. Que es prácticamente un niño queda claro con sus bailes, sus celebraciones, sus risas con Nico Williams, su amigo inseparable.
Y sus orígenes destacan. De padre marroquí y madre ecuatoguineana, se ha convertido en un símbolo de una nueva generación que viene, la que incluye a hijos de migrantes pero ya nacidos en España. Lamine Yamal Nasraoui Ebana nació en Esplugues de Llobregat,Barcelona, en 2007, y su familia pronto se trasladó a Mataró, donde ha pasado casi toda su vida y el humilde barrio del que tan orgulloso que siente. De hecho, su celebración con cada gol, marcando un ‘304’ con las manos, es el código postal de la zona.
Lamine no tardó en despuntar y en las categorías inferiores del Barça ya sabían que tenían una perla. Su juego, su zurda, su forma de driblar y chutar recodaba mucho a Leo Messi, pero con ese tipo de comparaciones hay que tener mucha prudencia. Debutó con tan solo 15 años (en abril de 2023) y no tardó en convertirse en titular con Xavi Hernández, que siempre ha creído y apostado por él. Tampoco De la Fuente tardó en darle la alternativa, convocándole el pasado noviembre y convirtiéndole en titular indiscutible pese a su enorme juventud.
“Hemos visto una genialidad, un producto de un genio que sabemos todos lo que es y al que hay que cuidar mucho”, avisa sobre él el seleccionador, consciente de que del éxito a la caída no hay más que un solo paso en falso. “Le aconsejo que siga trabajando con la misma humildad y pies en el suelo. Puede ser el mejor, va a serlo, con esa madurez que demuestra en los partidos siendo tan joven, que parece ya más experto. Celebro que sea español y que lo tengamos nosotros y podamos disfrutarle muchos años”, añadió el entrenador riojano.
La madurez de Lamine sorprende, más aún escuchando sus palabras tras una actuación que ya forma parte de la historia, pues es el jugador más joven en marcar en una semifinal o final de un gran torneo de selecciones (Eurocopa, Copa América o Mundial). “Intento no fijarme mucho en eso de ser el icono o ser jugador referente porque creo que no te ayuda en nada, no te suma nada en el campo. Hay que intentar ayudar siempre al equipo, es lo que he intentado hacer hoy y, en todo lo que sea ayudar al equipo, pues ahí estaré”, afirmó tras su exhibición ante Francia.
Lo que sí que está claro es que España, con Lamine Yamal, tiene el proyecto de superestrella más claro de su historia. Nunca un jugador de nuestro país apunto a lo que ahora se intuye con el jugador catalán. “La prensa un día te pone como el nuevo Messi y al día siguiente tienes que dejar de jugar“, dijo el jovencísimo jugador en una entrevista con GQ. El objetivo de todos es que eso no se cumpla.