España se proclama campeona de Europa por cuarta vez tras ganar a Inglaterra y completar una Eurocopa de leyenda
La Roja levanta su cuarto título continental, más que nadie, tras imponerse en la final por 2-1.
España se proclamó campeona de Europa a lo grande, con una victoria de mucha jerarquía ante Inglaterra para completar un torneo excelso en el que ha logrado un pleno de triunfos que demuestran que ha sido, sin discusión, el mejor equipo de la competición.
Tras varios años de decepciones después del ciclo triunfal 2008-2012, en el que cayeron dos Eurocopas y un Mundial, la Roja por fin se ha levantado. Ha sido una transición complicada, pero llevada a cabo a la perfección, ahora con Luis de la Fuente al frente. Cogió a un equipo que salió del pasado Mundial de Qatar con muchas dudas hace algo más de año y medio y lo hizo campeón de la Liga de Naciones 2023, primero, y ahora campeón de Europa.
La conexión Nico Williams -Lamine Yamal adelantó a una España que perdonó después y lo pagó recibiendo el empate. Pero este equipo está hecho para cosas grandes: se levantó y el héroe acabó siendo Mikel Oyarzabal, con un gol en los últimos minutos para convertir a la Roja en la selección con más títulos europeos: ya tiene cuatro, más que nadie en el continente.
Salió De la Fuente con su once más reconocible, ya con Le Normand y Carvajal en la alineación tras perderse ambos el partido ante Francia por sanción, en una clara muestra de que el seleccionador tiene las ideas muy claras. Y el objetivo, salir al ataque. Todo lo contrario era el plan de Gareth Southgate, que decidió echar a su equipo para atrás desde el minuto 1 para maniatar el juego de su rival y esperar una contra o al balón parado para hacer daño.
Con Shaw en el campo en vez de Trippier para frenar a Lamine Yamal y Walker exhibiendo su poderío físico ante Nico Williams, España se atascó ante la muralla británica. Una internada por su banda del jugador del Athletic y un remate de Le Normand tras un córner fue el escaso bagaje de la Roja en el comienzo del duelo, dos llegadas que no merecen el calificativo de ocasiones.
Inglaterra apenas pasaba del centro del campo, pero pese a todo se encontraba cómoda en su papel. Una llegada de Walker por la derecha y una acción de Saw por el otro lado que despejó Cucurella fueron sus únicos avisos. Aunque ya con la primera parte agonizando, tuvo la más clara el conjunto inglés: Declan Rice botó una falta y el remate de Foden se encontró con la seguridad de Unai Simón.
El final del primer acto había dejado una desastrosa noticia para España: la lesión de Rodri en un choque fortuito con Laporte. Su lugar, tras el descanso, lo ocupó el casi inédito Martín Zubimendi.
Del partido soso y aburrido se pasó, después del paso por vestuarios, a un duelo trepidante y repleto de ocasiones gracias al tempranero gol de España. Lamine Yamal controló un balón de Carvajal y trazó su habitual diagonal, marca ya de su juego, y se la puso a la perfección a Nico Williams, que fusiló la meta de los Three Lions. Los dos amigos la liaban de nuevo.
Inglaterra estaba tocada, era el momento para que la Roja finiquitara la final, pero no hubo acierto. Dani Olmo la tuvo en una buena acción en el área y después la tuvo en dos ocasiones Morata, pero el delantero no estuvo fino, especialmente en un mano a mano en el que su tiro se perdió demasiado desviado.
Después fue Nico el que tuvo el segundo en un duro chut que se fue a poco del palo derecho. España estaba perdonando demasiado, y ya se sabe lo que pasa en estos casos, más en una final.
Una gran jugada de Bellingham, que se sacó un zapatazo que se fue pegado al palo, no puso el empate de milagro, mientras que Lamine Yamal acarició el gol en un zurdazo ante el que se lució Pickford.
El duelo se había convertido en un ida y vuelta que, pese a que era España la que más ocasiones tenía, no convenía en exceso a la Roja. Y entonces llegó el gol: Bellingham recibió en el área y retrasó como pudo el balón a Cole Palmer, que enganchó un gran disparo para poner el empate.
Fue un mazazo para España, que vivió entonces sus peores momentos, con varias llegadas inglesas que crearon el terror en la zaga de la Roja. Duró, eso sí, muy poco, el equipo de Luis de la Fuente se rehízo rápidamente y de nuevo empezaron a llegar las ocasiones. Lamine la tuvo en un balón suelto en el área, pero su chut, demasiado centrado, se encontró de nuevo con un seguro Pickford.
El duelo parecía encaminado a la prórroga, pero entonces apareció Oyarzabal. Aunque antes, Cucurella. El lateral culminó su impresionante Eurocopa con un pase preciso que el delantero de la Real Sociedad envió a la red.
A Inglaterra, eso sí, hay que reconocerle que nunca se rindió y estuvo a punto de forzar la prórroga en el tiempo añadido. Tras un córner, Rice cabeceó, pero se encontró con Unai Simón. Después, Dani Olmo fue el salvador al sacar sobre la línea de gol un remate a Guehi. Lo celebró como un tanto, porque ese era su valor: ¡España era campeona de Europa por cuarta vez!